Pobre niña negra

Metemos en una batidora obesidad mórbida, analfabetismo, incesto, abusos sexuales, violencia, una profesora que intenta cambiar la situación y todos los tópicos del mundo y el resultado será Precious. Es la película independiente que cada año recibe muy buenas críticas, premios, tiene una taquilla importante... como ya ocurrió anteriormente con Slumdog Millonaire y Crash. A diferencia de estas dos, que si que me gustaron, Precious me dejó tibia. Mientras que la primera parte me aburrió soberadamente, hacia mitad de cinta remonta algo el vuelo hasta llegar a un final clásico. Pero de todas formas, no está mal y se puede ver, aunque no entiendo tanta repercusión.

Este film nos ofrece una historia trillada, vista cada fin de semana en el telefilm de turno. Busca deseperadamente despertar la compasión en el telespectador sobre la terrible historia de su protagonista y abrirnos los ojos con la clásica moraleja de que si te esfuerzas, puedes salir del hoyo. Lo malo es que no logró emocionarme, sino todo lo contrario aburrirme, especialmente en la primera parte. Realmente las escenas que más me gustaron son aquellas en las que la protagonista se evade de su desgraciada vida y se imagina una vida maravillosa llena de amor, tranquilidad y felicidad.

De todas formas, hay que destacar la gran diferencia que hay entre Precious y cualquier telefilm de sobremesa que se halla en las interpretaciones. Mo'nique consigue un personaje tan real como odioso. Interpreta a la madre de Precious de tal forma que es la que consigue que sienta cierta animadversión hacia la situación que vive la chica e, incluso, compadecerme de ella. Si no hay sorpresas, estoy convencida de que el 7 de marzo abrazará el Oscar como mejro actriz de reparto. Llega a transmitir tanto que el resto queda en un segundo plano. Plano en el que se sitúa la protagonista, encarnada por una desconocida Gabourey Sidibe. Gabourey se pone en la piel de una chica de 16 años con muchos problemas de forma sobreactuada así que no es de extrañar que en las escenas más emocionantes saque a relucir su cara de bulldog ante la falta de otros recursos. Es un papel díficil así que entiendo perfectamente las dificultades a las que se ha econtrado, pero ello no obsta para que no hubiese puesto algo más de su parte. Son pocas las personas que sin tener conocimientos interpretativos se ponen delante de una cámara y consiguen hacer creíble el personaje.

Se trata por tanto de una historia mil veces vista, una historia dura que busca generar compasión y pena, pero que no logró hacerlo al menos conmigo. Eso sí, cuenta con una buena intérprete en sus filas que se merece muchos de los premios que está cosechando y una recién llegada que cumple su papel, pero no va más allá.

Y en dos palabras: trillada y aburrida.

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