
James McTeigue, apadrinado de los Hermanos Wachowski, realiza su segunda incursión como director en Hollywood tras la fantástica V de Vendetta. Aquí nos ofrece uno de los mayores ejemplos sangrientos y violentos de los últimos tiempos. Ninja Assassin es una película cuyo guión es pésimo, pero cuyas escenas de lucha son magníficas. Ya desde el minuto 1 su director ha dejado claro cuáles eran sus intenciones: darnos un festival de sangre, mucha, mucha sangre cuyos artistas principales son las decapitaciones, mutilaciones y cuerpos partidos en dos.

Realmente la historia en sí tropieza al intentar mezclar las dos tramas. Especialmente mal llevada es la trama policiaca, que yo la hubiese eliminado de principio a fin. Lo que interesa es la evolución de Raizo como ninja. Tenemos a Raizo acostumbrado al dolor (¡qué mal lo pasé cuando el maestro le clava los dedos en la tripa!) y que por el amor de una mujer decide tirar por la borda toda su vida como ninja para vengarse por algo que él cree totalmente injusto. Ésta es la historia interesante, la que deseo ver en la pantalla y no la otra. Por eso el gran problema reside en que ambas tramas tienen que compartir los minutos y nos sabe a poco las escenas de la historia de Raizo.

Al margen de ello, la brillantez de la película reside en las impactantes coreografías de luchas, que son espectaculares, impactantes, lo mejor de la película. El enfrentamiento de Raizo con su maestro, en una escena envuelta en llamas y con un montaje muy bien cuidado es una de los mejores de los últimos tiempos si eliminamos la aparición de la forense - ¡so boba no te metas en una pelea de ninjas!-. Y es que echaba de menos un puro espectáculo visual de lucha porque a excepción de Jason Statham, las últimas películas de lucha destacan por ser bastante comedidas . En consecuencia los amantes de las grandes peleas sabrán apreciarlas.

Al margen de ello, la brillantez de la película reside en las impactantes coreografías de luchas, que son espectaculares, impactantes, lo mejor de la película. El enfrentamiento de Raizo con su maestro, en una escena envuelta en llamas y con un montaje muy bien cuidado es una de los mejores de los últimos tiempos si eliminamos la aparición de la forense - ¡so boba no te metas en una pelea de ninjas!-. Y es que echaba de menos un puro espectáculo visual de lucha porque a excepción de Jason Statham, las últimas películas de lucha destacan por ser bastante comedidas . En consecuencia los amantes de las grandes peleas sabrán apreciarlas.
Estamos ante una película que nos da un desfile gore tan llamativo que mola y punto. Ésa es la esencia del film y no hay que buscarle 3 pies al gato. Es una obra maestra en cuanto a las escenas violentas, en cuanto a la pantalla salpicada de rojo, en cuanto a los cuerpos cortados en mil partes. Quien espere un buen guión o una trama interesante que no la vea. Quien espere una ración de peleas de artes marciales aquí la encontrará.

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